sábado, 28 de enero de 2012

POESIAS DE MI JUVENTUD

                                                                            


                                          
RIMA I

Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de este himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas, ¡oh hermosa!
pudiera al oído, contártelo a solas.


                                                  Gustavo A.  Becquer





                            fotos  de alfredo fushimi


                                    Anoche cuando dormía...


Soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluia 
dentro de mi corazón.
Di, porque acequia escondida, 
agua, vienes hacia mi, 
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí.

Anoche cuando dormia, 
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenia
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas, 
blanca cera y dulce miel.
............

Anoche cuando dormía, 
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.


__________

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
 y al volver la vista atrás 
se ve la senda que nunca 
se  ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...





______________

Pegasos, lindos pegasos, 
caballitos de madera!

yo conoci, siendo niño,
la alegría de dar vueltas 
sobre un corcel colorado, 
en una noche de fiesta

En el  aire polvoriento
chispeaban las candelas
y la  noche azul ardía
toda sembrada de estrellas

Alegrias infantiles , 
que cuestan una moneda
de  cobre, lindos pegasos
caballitos de madera !

_______________


CXXII

Soné que tu  me llevabas
por una blanca vereda
en medio del campo verde,
hasta el azul de las sierras,
hacia los montes azules, 
una mañana serena.

Sentí tu mano en la mía
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano, en sueños, tan verdaderas...
Vive, esperanzas, ¡Quien sabe
lo que se traga la tierra!

Antonio  Machado






 LIED

Ella me miro y me dijo:
-Estoy sola, y se hace tarde
y, al fin, sé que no me quieres
-¿No te parece bastante?

El día estaba llorando
como perdido en el parque.
Un viento  ansioso, buscaba
una cosa, entre los árboles.

                   Yo me callé, no sabía,
en verdad, que contestarle...
Ella volvió a repetirme
- ¿ No te parece bastante?...

Su voz era como el humo
Que,  sin subir, se deshace...
Su mirada era una lagrima
Que en vez de llorar, mirase.

Se alejó bajo la lluvia
Como un papel que se parte;
Y me quedo su lamento
-No te  parece bastante?...

Desde entonces, oigo a veces,
Como el eco de una frase;
Me siento solo, no encuentro
quien me quiera y se hace tarde.

Ya han llorado muchos días
por los caminos del parque
Y me pregunto a mi mismo:
-¿No te parece bastante?

Pedro M. Obligado




Imágenes de montañas, ríos, cascadas, paisajes y flores


SIN TI


Y se me va la vida
como un soplo de viento
que sin cortarla al paso
le da un beso a una flor

No remontan los ríos
su curso hasta su fuente
y el sol de cada día 
no es nunca el mismo sol


Tu eres la orilla inmóvil 
del río de mi vida
junto al agua que pasa
tu eres la flor que está.

El minuto que pasa 
se muere para siempre
y si nunca fue tuyo
ya nunca lo será.

Sin ti la primaveras 
que para ti soñaba,
sin ti la tarde aquella
de aquel tibio color

Sin ti aquellas acacias
en la noche infinita
y en la mañana clara 
sin ti...mi corazón.

José María Peman



ESTROFAS  PARA NO OLVIDAR...




 



EL AMOR

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado

Francisco de Quevedo




HORA


¡Me acordaré de ti,
todas las noches a las once...!

En la plaza sin luna de tu ausencia
Pronunciaré tu nombre
Con el mismo temblor del primer día
Todas las noches a las once...

..........................................

Rafael de León 





                                                            



Verano.





Verano, ya me voy.
Y me dan pena 
las manitas sumisas de tus tardes
llegas devotamente,
llegas viejo.
y ya no encontrarás en mi  alma 
a nadie...


Cesar Vallejo 
( Los  Heraldos Negros)





                                      fotos  de alfredo fushimi

No te vayas mi vida
no me dejes sin ti
y sin las aves del alba.
Detrás de tu silueta de colores
ligeros y en bandadas se irán 
todos los pájaros de la madrugada...


José Asuncion Silva.










Poema 20

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.

Escribir por ejemplo: La noche está estrellada
y tiritan, azules, los astros a los lejos
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé  tantas veces  bajo el cielo infinito.

Ella me quiso a veces yo también la quería. 
Como no h aber amado sus grandes ojos fijos!

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche  inmensa, mas inmensa sin ella.
Y el verso  cae al alma como pasto al rocio.

Que importa que mi amor no pudiera guardarla!
La noche está estrellada y ella no esta conmigo.

Eso es todo. A los lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como  para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.
Nosotros, los de entonces..., ya no somos los mismos.

Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido.
 Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.
Mi voz buscaba el viento, para tocar su oído.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que le escribo.


Pablo Neruda.






  Para entonces


Quiero morir cuando  decline el día
En alta mar y con la cara al cielo
Donde parezca un sueño la agonía
Y el alma;  un ave que remonta el vuelo...!

No escuchar en los últimos instantes
Ya con el cielo y con el mar a solas
Mas voces  ni plegarias sollozantes,
Que el majestuoso tumbo de las olas...!

Morir  cuando la luz triste retira
Sus áureas redes de la onda verde
Y ser como ese sol que lento expira
Algo muy luminoso que se pierde...!


Manuel Gutiérrez Nájera
















A UN ZAINO MUERTO

En la inocencia de tus ojos muertos
recuperó la castidad el cielo

La muerte nunca tuvo
dos trèboles mas castos que tus ojos

La tarde se perfuma con el silencio
que brota de tu piel
bajo tus patas rigidas la tierra
llora su música perdida

Se ha dormido en tus remos la distancia

Semillas de la noche venidera
son tus ojos abiertos como nunca!

Has arriado tus días como novillos rojos
y tus noches enguampadas de luna
sobre tu cruz, el sol
fue un pajaro boyero que canto en las maña
Hacias temblar la cuerda metalica del rio

Cigüeñas asustadas los paisajes,
al  son de tu galope levantaron vuelo
Sabias deshacer el nudo del horizonte
masticar el pasto bravío de las leguas

Corazón batiente de la soledad
abriendo huellas de musica al silencio

Haz azotado las cuatro lejanias dormidas!
en bajíos de sueños descansaras ahora
tu paz es un elogio de la muerte
que perfuma los llanos

La tierra de tus huesos
empolvará mañana los tobillos del viento.

Leopoldo Marechal















Romance en singular

Me trae un melancólico relente
recuerdos de dichas lejanas y perdidas
que  fueron en mi edad adolescente
un dulce acíbar que probé en mi vida

Añoro de mi edad primera
lo que para mi significaba
la luna encendida 
que en medio del cielo caminaba..

Ella vio como creció mi sombra
al pasar tantas veces a mi lado
lento su  paso que aún me asombra
indiferente su mirar helado

Porque allí  la conocí...
de la noche, a  la ribera humedecida
era  imagen del amor soñado
presencia de venturas prometidas

Ella la vió, de talle grácil,  leve el paso
lenta cadencia torneaba su cintura
aquella aparición era el ocaso 
el término feliz de angelical pintura...


Ella escuchó cuando mis besos le dijeron
que era para mi la idolatrada
cuando mi mente ciega enamorada
con  palabras presto el corazón le dieron

Ella fue de mi secreto la confidente callada 
fué su luz blanquecina que extendió en la noche clara
la vision de la partida de aquella mujer amada

Ella proyectó de su paso la sombra que se alargaba
ella secó fria lágrima derramada por mi cara
al tiempo que lentamente...
por el camino arenoso...
su figura se alejaba.










Tus besos

¿Que tus besos 
llegaron como una limosna 
a mi tristeza...?
Lo sabe el alma
que anidó  alocada
pasión desesperada...

¿Que la puerta de mi corazón
tocaron, como el canto triste
que en noche serena
vaga su nostalgia 
por la sombra llena
de misterio y frio?

Lo sabe el alma...!
que bebió la pena
de una copa llena
que su sueño de amor
le presentaba... 

              

   enero de 1959








Otoño en mi corazón.

Campanas, atardecer...

Del pincel rosado, nubes.

Con rojos destellos

alas en bandadas. Vuelven.

El viento entre las ramas, juega.

Potro desatado,

se lleva en  ancas, la esperanza.

El sol que se despide en llamas.

Campanas y sueños por la tarde

lentas desvanecen… y se van… 

Mis recuerdos… esos si se quedan;

 con una mezcla de tristeza y alegría.



Preguntas que és el amor...?
El amor es sentirse  celosamente dueño
y felizmente esclavo.  
Cuando ya no lo sientes, 
no lo busques que ya lo has perdido
 ni pidas que lo hagan...

Luis Amarillo