viernes, 21 de octubre de 2016

LOS VERSOS DE MI HERMANO ARMANDO







COSECHA NUESTRA


Cosecha que hemos recogido
a nuestro paso
por esa aula que renueva
Cosecha que a nuestra alma nueva
cual lluvia bienhechora baña
Cosecha en instrucción y patriotismo
dorados frutos de una niñez en marcha.
Cosecha que a nuestra alma ensancha
con las luces rosadas del saber.
Cosecha desde un día, el primero
que vacilantes, a estas aulas entramos,
Cosecha  hasta el día aquel 
en que tomamos
un nuevo rumbo, en la senda del vivir.
Cosecha que es luz que centellea
disipando las sombras que rodea
al corazon infantil, 
que todo ignora. 
Cosecha que es como una aurora
en el dulce correr de nuestra vida.

Armando César Amarillo

Alumno de 6to Grado




Cosecha Nuestra.  Organo de la Escuela Nº 20
"Bernardo Monteagudo"
Villa Elisa  Provincia de Entre Ríos




28 de julio de 1949

INTERNOS DE 5TO AÑO   DE  LA FRATERIDAD 
EN EL CENTENARIO DEL COLEGIO NACIONAL  J. J. DE URQUIZA
de CONCEPCIÓN DEL URUGUAY
Armando sentado primero a la izquierda.




ELEGIACA


Eran blancas las flores
que perfumaban mi jardín con su ambrosía
eran de luz los pájaros canores
que poblaban el vergel de la armonía.

Perfume de violetas y de rosas
çera la primera brisa mañanera
y poema de notas quejumbrosas
 de la tarde las luces postrimeras.

La noche en sus misterios insondables
me hablaba de grandezas infinitas
de  misteriosas leyes inmutables
donde el destino del hombre se agita.

El agua de la fuente murmuraba
a mi oído canciones olvidadas
y  otras veces lentamente me contaba
historias tristes de una edad pasada.

Ya no oigo los pájaros canores
nada me dice la brisa mañanera
solo negros crespones son las flores
que brotan en derredor de mi quimera.

Ya no hay estrellas en las noches mías
pobladas de fantasmas espectrales
nada me dicen las auroras frías
ni las negras tinieblas invernales.

Nada veo en mis  rojas pesadillas
que fueran blancos sueños donde ayer cantara
ni en  mis ojos dilatados brilla
la luz como hasta ayer brillara.

Nada me dice la voz de la cascada
que antaño me hablara con ternura
solo escucho la fría carcajada
que dejo en mis oídos la  locura.


y así en las sombras  sin aurora
de una noche umbría
mi espíritu abatido llora
el ocaso de mi alma en agonía.

Solo allá lejana  titilante
brilla una luz en la espesura
y cansado con paso vacilante
a tientas voy en su procura.


Armando César  Amarillo
30 julio 1930 - 27 diciembre 2013





martes, 20 de septiembre de 2016

"AMANECER ENTRE MIL RECUERDOS LAS GRUTAS"

Este libro se termino de imprimir en el mes de diciembre del año 2011  en Gráfica Gral Belgrano.Aristobulo del Valle 1942  Buenos Aires.
                                              Autores:
AIDA IRMA VERBEKE
FLAVIO ANIBAL AMARILLO
EDUARDO  ALBERTO DELFINO

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GRUTAS

Como un designio  divino.
Allá, cuando los días no tenían nombres y pasaban inadvertidos cabalgando sobre los caprichos de las estaciones. 
Aquel tiempo...
Cuando la mano de la  naturaleza se alzó con un cincel de mar y con una lija de viento, cuando usurpó las tórridas brisas del verano y los gélidos  vientos del invierno, cuando les dio espacio a las aves para que con su picota delinearan sus nidos.
Así de esta manera, la trabajadora incesante, comenzó su obra planeada sobre los acantilados de la costa.
Mar litigante de interminables arremetidas y de infinitas batallas, viento abrasivo aliado y compañero  inseparable en esta historia sin tiempo.
Cuerpo rocoso  estoico y firme con la frente bien alta mirando el desdibujado horizonte como a una aleación constante ente cielo,nubes y agua.
Piel añeja y cuarteada por donde se escurre el sudor de la agitada pelea y las heridas imborrables que le han quedado como llagas vivas con forma de bocas.
Bocas que se han empapado y bebido las mareas... bocas que se han tragado  los mas exquisitos amaneceres y le han gritado a la naturaleza su abierta presencia.
Cuevas....cavernas...grutas...

                                                                                   Flavio Amarillo




MI ENTORNO


Vivir aquí es ser testigo diario de la mas extravagante y mágica conjunción de espacio y naturaleza.
Conmovedores  ocasos  y amaneceres que a cada segundo se desdibujan y van proyectanco una  película celestial que obnubila y atrapa, como absorbiendo y  haciendo partícipes involuntarios a todos los seres en la escena.


No existe sensación de aburrimiento o de monotonía de la vida.
De inextricables e irrepetibles movimientos cósmicos y terrenales se viste la geografía de esta realidad inmersa en ecos de ilusión que lo absorben, se inspiran  se beben y asimilan en los vastos rincones del recuerdo.


Esbozo humildemente  esta percepción, expresándome con palabras, pero son muy escasas al momento de necesitarlas para describir un sentimiento o imagen.
Un mar añil oscilante de gigantesca magnitud, que se adormece como un lago, en los días calmos, o se estrella con furia indomable durante las sudestadas violentas.

 Se vela en los mas diversos colores mientras es abordado por os rayos del sol y éstos utilizan las nubes para filtrar las máculas que ocasionalmente destaca.
Se esfuma y confunde entre el infinito horizonte y los cenicientos celajes, formando una masa uniforme imposible de desmembrar visualmente.


Traza en la acallada lejania una línea horizontal por donde la tierra emana  bocanadas de humo blanco, imitando  los bostezos de un volcán que amanece luego  de milenaria siesta.
Decoran el entorno las aves y el viento Compañeros inseparables que apabullan el lugar. Las incansables gaviotas  que cortan  el aire y  el agua en cíclica rutina.

El bullicio  de los loros  que desafian el bramar metódico de las rompientes , que al percibir tras sus plumas la lenta y apacible baja de temperatura  del aire que los sostiene, en bandadas clamorosas se apretujan y aunan para esperar la noche entre el calor de la multitud.



Recostada sobre un quiebre, cuidando su delicado color caramelo aguardan las dunas  como cuerpos maleables al antojo del viento, arenas infinitas, lagrimas secas de mar hecha polvo, finas partículas de nácar en que se fue transformando el tiempo.
                       
                                                                                               Flavio Amarillo


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EN SUELO ENTRERRIANO


Como el instante de un sueño. Como el tiempo que tarda en rayar el cielo un relámpago en el horizonte.
 Asi, tan fugaz y a la vez tan intenso fue tu impacto. Inexplicable entonces,pero  tan real como la brisa que te originó, 


En la memoria los recuerdos, las palabras para recrearte,. Te percibí de repente, pero no te pude definir con la misma velocidad...
Es tu humedad que se mezcla con la sorda queja de ramas azotadas por tormentas.


La estela que dejan en el aire las flores de los árboles.
Rumores de añejos eucaliptos que se ufanan del paso del tiempo.


Fragancia de pinares que abrazados en cuadrillas lijan el éter con sus manos de agujas.
Descanso de espinillos que sen su estoica dureza, siembran los campos del mas fino y suave vellón de color ocre.


Vapor y sereno de lagunas y arroyos que despiertan la mañana, arrugando  la tierra con sus incesante caudal.
Eco de lloviznas y cerrazones prolongadas que van amortizando los inviernos.


Un dejo también  de precipitados vahos bochornosos, que cuecen las tierras y ondulan entre cuchillas madurando sembrados.
Con toda esa carga llegaste hasta mi. Una bofetada incomprensible al sentimiento.


Un despertar al ser dormido en el letargo de tu ausencia.

                                                                                            Flavio Amarillo


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